Actualmente, los trastornos del espectro autista se clasifican en tres categorías diferentes.
El síndrome de Asperger desaparece como un diagnóstico diferente al autismo.
Autismo Grado 1 “necesita ayuda”
El autismo de grado 1 se diagnostica cuando el niño necesita ayuda para realizar sus actividades diarias. Este es uno de los grados que se podrían clasificar como de los más leves.
Grado 2 “necesita ayuda notable”
Este grado se diagnostica en niños que necesitan más ayuda de la que se requiere en el autismo de grado 1.
Grado 3 “necesita ayuda muy notable”
Este es el último grado y hablamos de deficiencias graves en la comunicación social, verbal y no verbal y que causan alteraciones graves en el funcionamiento.
Es importante tener en cuenta:
- Los grados se evalúan de manera individual.
- El diagnóstico puede estar por debajo del grado 1 si el grado de ayuda es muy poco.
- Los grados pueden variar según el contexto y el tiempo.
Además, una vez establecido estos grados, se debe especificar si existe deterioro del lenguaje. Esto quiere decir que es importante aclarar si el niño tiene lenguaje o no lo tiene y que nivel presenta.
Por otro lado, es importante también especificar si tiene asociada discapacidad intelectual. Determinar el coeficiente intelectual ayudará en la elección de la intervención.
Todo esto es necesario porque los trastornos del espectro autista se pueden presentar acompañados de discapacidad intelectual y ausencia de lenguaje. No hay un CI específico en el autismo, ya que el coeficiente intelectual puede variar de una persona a otra. De la misma manera, un niño con autismo puede tener alternado el lenguaje y otro tener un lenguaje muy rico.
Hay tantos autismos diferentes, que no existe un patrón claro que se de en todos los autismos. Se dice que hay tantos autismos como personas con autismo hay.
