Desde la publicación del DSM 5, se han producido algunos cambios en la forma de clasificar el autismo. El manual diagnóstico se ha introducido el concepto de trastornos del espectro autista para referirse a diferentes trastornos y síndromes como del de Asperger y el de Rett, por ejemplo. Ahora se establecen 3 niveles o grados para determinar las necesidades del paciente.
Actualmente, se considera que el autismo es un trastorno del neurodesarrollo. Es decir, en algún momento durante el desarrollo del sistema nervioso se producen alteraciones que acabarán teniendo una repercusión sobre los procesos psicológicos superiores.
La hipótesis que más peso científico está adquiriendo es la que sitúa su origen en una predisposición genética compleja y multifactorial. La alta concordancia en gemelos monozigotos y la elevada incidencia en trastorno en familias en las que ya hay un hijo con autismo, apuntalan esta hipótesis.
Alteraciones en reconocimiento social
Este conjunto de alteraciones alude a las dificultades para reconocer al otro como el tipo de estímulo potencialmente más interesante y gratificante. En el rango de manifestaciones se encontrarían: el distanciamiento social o la indiferencia hacia otras personas (en todo tipo de situaciones o, en general, excepto cuando se quiere obtener algo del otro)
los casos en los que no se observan inicios de contacto social pero se participa de aproximaciones sociales simples iniciadas por otras personas.
las personas que realizan aproximaciones sociales activas de manera rara y unilateral (por ejemplo, estando centradas dichas aproximaciones en los intereses propios sin considerar los del interlocutor); y también aquellas personas cuyas principales dificultades se ubican en la comprensión de los aspectos más sutiles que entrañan las relaciones sociales.
Alteraciones en comunicación social
Incluye alteraciones en la expresión y compresión de señales sociales verbales, preverbales y no verbales, el placer de una conversación y la habilidad para hablar compartiendo ideas y emociones. Las manifestaciones de las alteraciones en esta dimensión varían incluyendo: ausencia de deseo comunicativo; realización de actos comunicativos únicamente para expresar las propias necesidades; habla que resulta irrelevante para el contexto social o que no conduce a un intercambio social de ideas; habla que no implica conversación recíproca.
Alteraciones en comprensión e imaginación social
Se alude aquí a las alteraciones en la habilidad para copiar las acciones de otras personas, habilidad que implica una comprensión genuina de su significado y finalidad; también a la habilidad para pensar y predecir las consecuencias de las propias acciones sobre uno mismo y sobre los demás. Se puede observar el siguiente rango de manifestaciones: imitación y juego simbólico inexistentes.
Presencia de imitación sin comprensión real del significado y la finalidad de la acción, y ausencia de juego simbólico espontáneo, imitación estereotipada y repetitiva; reconocimiento de que otras personas pueden tener su “propia mente” sin comprensión asociada de cómo emplear dicho conocimiento (en niños de mayor edad en comparación con las manifestaciones anteriores).
Habilidad para reconocer que otras personas tienen emociones -a un nivel intelectual, sin compartir emociones de manera empática-.
El primer grado
Se correspondería con lo que comúnmente se denomina autismo leve. Este grado recoge a personas con habilidades para la comunicación verbal y motivadas por interactuar con otros, pero que sus intentos de acercamiento pueden resultar peculiares a los demás.
Literalmente el DSM 5 recoge el grado 1 como “Necesita ayuda” tanto en la comunicación social como en el área de comportamientos restringidos y repetitivos. Para el área de la comunicación social dice:
Sin ayuda in situ, las deficiencias en comunicación social causan problemas importantes. Dificultad para iniciar interacciones sociales y ejemplos claros de respuestas atípicas o insatisfactorias a la apertura social de otras personas. Puede parecer que tiene poco interés en las interacciones sociales.
Por ejemplo, una persona que es capaz de hablar con frases completas y establece la comunicación, pero cuya conversación amplia con otras personas falla y cuyos intentos de hacer amigos son excéntricos y habitualmente no tienen éxito.”
En cuanto a los comportamientos restringidos y repetitivos, recoge:
“La inflexibilidad del comportamiento causa una interferencia significativa con el funcionamiento en uno o más contextos. Dificultad para alternar actividades. Los problemas de organización y de planificación dificultan la autonomía.”
Este es el grado más conocido de los trastornos del espectro autista. Fue descrito desde el año 1941 por Leo Kanner, quien le dio el nombre de Autismo Infantil Precoz, convirtiéndose en el primer trastorno en englobar a todos los niños con características del espectro autista, sin realizar distinción de síntomas o gravedad. Hoy se conoce simplemente como trastorno autista de grado 1.
Para diagnosticar a un niño con un trastorno autista de grado 1 es necesario que no haya desarrollado su lenguaje y tienda a evitar la mirada y aislarse del mundo. También debe presentar movimientos estereotipados que resultan raros y no tienen un objetivo definido. Además, debe manifestar una gran incapacidad para expresar las emociones y mantener una esfera de intereses y actividades muy reducida.
Se trata del trastorno del Espectro Autista más leve pues su sintomatología no le impide al niño llevar una vida autónoma, aunque en ocasiones necesite ayuda. En este tipo de autismo el pequeño presenta dificultades para establecer relaciones sociales y es frecuente que muestre respuestas o reacciones inusuales cuando se relaciona con los demás.
Asimismo, el niño demuestra poco interés en mantener vínculos sociales, aunque una vez que los logra puede comunicarse y hacerse entender. A diferencia de los otros tipos de autismo, en este caso el niño desarrolla un lenguaje y procesos cognitivos normales. De hecho, si cuenta con ayuda incluso puede matricularse en un colegio común.
Por lo general, los niños diagnosticados con este tipo de autismo se distinguen porque tienen una gran capacidad de memoria, aunque suelen manifestar una rigidez mental acentuada con ideas que rondan la obsesividad y que afectan su funcionamiento en uno o más contextos. Asimismo, estos niños manifiestan una esfera de intereses y actividades reducida, tienen dificultades para alternar actividades y presentan problemas de organización y planificación.