En la actualidad, uno de los problemas más comunes en los niños con Trastorno de Espectro Autista, se encuentra relacionado con la alimentación, debido a eso, es que muchos padres acuden a profesionales, ya que esto puede poner en riesgo la salud y el desarrollo del niño.
Sin embargo, no todo el tiempo se obtienen las respuestas deseadas, se podría decir, que nos encontramos ante un gran número de factores, los cuales desencadenan una gran problemática, es por ello que, en este artículo hablaremos de los Trastornos Alimenticios y Autismo.
Cuáles son los trastornos alimenticios
Los trastornos alimenticios son condiciones complejas que se caracterizan por conductas dañinas relacionadas con la alimentación. Estas conductas suelen surgir como una forma de lidiar con problemas profundos y difíciles de enfrentar directamente. Algunos de los trastornos alimenticios más comunes son la anorexia, la bulimia y la compulsión para comer. Estas condiciones afectan tanto la salud física como la salud psicológica, y están vinculadas a dificultades en la construcción de la identidad y la autoestima.
Los trastornos alimenticios suelen aparecer en la adolescencia, especialmente en mujeres. De hecho, entre el 90% y 95% de las personas que padecen trastornos alimenticios son mujeres. Estos trastornos tienen una alta tasa de mortalidad en comparación con otras enfermedades mentales. Es importante destacar que estos trastornos no están relacionados temporalmente con factores culturales, sociales o familiares en el caso de las personas con trastorno de espectro autista.
En el caso de las personas con autismo, los trastornos alimenticios pueden manifestarse de diferentes maneras. Por ejemplo, pueden restringir su alimentación debido a la dificultad para enfrentar emociones difíciles o desarrollar una adicción a ciertos alimentos. Se ha observado una relación entre los trastornos alimenticios y el autismo, con estudios que demuestran que el 20% de las personas anoréxicas son autistas. Sin embargo, es importante destacar que estas investigaciones se han realizado principalmente en personas con trastornos alimenticios diagnosticados.
Las personas con autismo que también tienen un trastorno alimenticio pueden enfrentar dificultades adicionales en su recuperación. Por ejemplo, las terapias de grupo, comunes en el tratamiento de los trastornos alimenticios, pueden resultar abrumadoras debido a la sensibilidad sensorial y las dificultades para acudir a consultas médicas. Es fundamental que los médicos sean conscientes de la superposición entre el autismo y los trastornos alimenticios y brinden un tratamiento adecuado que tenga en cuenta ambas condiciones.
¿Qué son los Trastornos Alimenticios?
Todos sabemos, que la Alimentación es una función vital para cada ser humano, y se encuentra apoyada en una serie de elementos nutricionales, los cuales son fundamentales para que el ser humano pueda tener una buena salud, tanto en calidad como en cantidad. Esto provee, además de una salud física, una salud psicológica afectiva y social. Es por esta razón, que los alimentos son tan importantes para el ser humano, más aún en los niños que sufren de un Trastorno de Espectro Autista.
Se podría decir, que la Alimentación es una práctica que puede ser tanto social, como familiar o cultural, el cual permite a la persona ocupar un lugar en su entorno, es allí, donde a veces surgen ciertos trastornos de la conducta alimenticia.
Temporalmente, los factores culturales, sociales y familiares no son el origen de esta enfermedad, en los casos de niños con TEA, pero antes de conocer más a profundidad entre estos dos Trastornos, es importante conocer, sobre qué son los Trastornos Alimenticios.
En este sentido, podemos definir a los Trastornos Alimenticios, como una forma de lidiar ciertos problemas profundos que puede llegar a tener una persona y estos, también en muchas ocasiones resultan dolorosos o difíciles de asimilar de forma directa, ocasionando así conductas dañinas en relación a la comida que se consume.
Autismo grado 3
Autismo grado 2
Autismo grado 1
Tratamientos en el autismo
Es por esa razón, que los Trastornos de la Alimentación son condiciones muy complicadas, ya que están vinculadas a la dificultad de la construcción de la identidad, autoafirmación y autoestima.
Existen varios Trastornos Alimenticios, algunos de ellos son:
- La Anorexia.
- La Bulimia.
- La compulsión para comer.
Normalmente, esta enfermedad, suele aparecer en un rango de edad entre los 12 y 17 años tanto a mujeres, como a hombres, sin embargo, mayormente son las mujeres las que padecen de anorexia y bulimia, debido a las estadísticas se podría afirmar que entre el 90% y 95% de las personas que padecen este Trastorno son mujeres. Los Trastornos en la Alimentación, están considerados con un alto grado de mortalidad, en comparación con las otras enfermedades mentales.
Autismo y tca
Uno de los problemas más comunes en los niños con Trastorno de Espectro Autista está relacionado con la alimentación. Muchos padres acuden a profesionales debido a que esto puede poner en riesgo la salud y el desarrollo del niño. Sin embargo, no siempre se obtienen las respuestas deseadas y nos encontramos con una serie de factores que desencadenan una problemática. En este artículo hablaremos de los Trastornos Alimenticios y Autismo.
La alimentación es vital para el ser humano, tanto en calidad como en cantidad. Provee no solo una salud física, sino también una salud psicológica y social. En los niños con Trastorno de Espectro Autista, la alimentación puede convertirse en un desafío debido a factores como la sensibilidad sensorial y las dificultades en la comunicación y la interacción social.
Los Trastornos Alimenticios son condiciones complicadas que están vinculadas a la dificultad en la construcción de la identidad, autoafirmación y autoestima. Algunos de los trastornos alimenticios más comunes son la anorexia, la bulimia y la compulsión para comer. Estas enfermedades suelen aparecer en la adolescencia y están asociadas a una alta mortalidad en comparación con otras enfermedades mentales.
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Que es trastorno alimenticio
Los trastornos alimenticios son condiciones que afectan la relación de una persona con la comida y pueden poner en riesgo su salud física y emocional. Estos trastornos se caracterizan por conductas alimentarias anormales, como restringir la ingesta de alimentos, comer en exceso o purgarse después de comer.
Existen varios tipos de trastornos alimenticios, entre ellos: la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. Cada uno de estos trastornos tiene sus propias características y repercusiones en la salud.
Trastornos Alimenticios y Autismo.
Durante el año 1983, un psicólogo que llevaba por nombre Christopher Gillberg realizó una interrogante hacia los lectores del British Journal of Psychiatry, la cual decía ¿Podrían el Autismo y la Anorexia nerviosa compartir las mismas causas? Dicha pregunta nace debido a que, Gillberg observó en tres niños que padecían Autismo, lo más característico de ese Trastorno era la alimentación restrictiva, bajo peso corporal, miedo a engordar y a que todos posean una imagen corporal totalmente distorsionada.
Por esa razón, es que tenemos que el catalogaba a la Anorexia como la forma femenina del Autismo. A pesar de que esa idea no tenía un respaldo concreto, existen una serie de evidencias que hacen referencia a que hay una relación entre los Trastornos de la Alimentación y el Trastorno de Espectro Autista. Existen estudios que demuestran, que las personas con Anorexia, son mucho más propensas a ser Autistas y es por eso, que estadísticamente, el 20% de las personas anoréxicas son Autistas.
No obstante, es importante resaltar que este tipo de investigaciones siempre se han hecho en personas que tienen un Trastorno Alimenticio como, por ejemplo, en un estudio de 60 mujeres las cuales tenían como diagnóstico un Trastorno Alimentario dentro de la clínica del Reino Unido, se llegó a la conclusión de que 14 de ellas, es decir un 23% obtuvo una puntuación por encima del límite, es una prueba diagnóstica de Autismo, que lleva por nombre ADOS.
En este sentido, podríamos decir que un tercio de las personas con Anorexia también han sido diagnosticadas con Autismo, según un estudio que se realizó de larga duración a un aproximado de 51 personas que padecían de Anorexia, durante la década de 1980. Ahora bien, debido a los cambios a la hora de diagnosticar el Trastorno de Espectro Autista, puesto que los criterios diagnósticos que se cumplían en un momento sí y en otros no, ya que los pacientes que sufren un Trastorno Alimenticio tienen una mayor puntuación en las pruebas de comunicación social.
Por otra parte, siguiendo esta misma regla un estudio de Reino Unido el cual fue realizado con niños que posee muchas dificultades a nivel social, entre los 7 y 11 años de edad, se llegó a la conclusión, de que ellos en comparación con sus compañeros puede desarrollar una conducta alimentaria desordenada, tal como lo es el que ayuden controlando con el uso de pastilla para adelgazar, entre otros.
En otro orden de ideas, en Dinamarca se podía decir que 1,7 millones de personas dentro del salud de Registro Nacional, tiene una probabilidad 15 veces mayor dentro de las personas que sufren de Anorexia, es importante resaltar que las personas con Trastorno de Espectro Autista también, tienen más de 5 veces de probabilidad de poder poseer Anorexia, en comparación con las personas neurotípicas.
Cabe destacar, que, en la Anorexia, se encuentra un enfoque perjudicial, en el peso y la imagen corporal, sin embargo, en el caso de las personas que padecen Autismo, pueden restringir su alimentación, en ellos se da debido a otras razones tales como una dificultad para afrontar una serie de emociones difíciles, como lo es sostener una adicción a distintas comidas.
Es por esa razón que, en el caso de las personas con Autismo, la Anorexia tiene un origen netamente basado en comportamientos restringidos y repetitivos, que adoptan un interés bastante intenso como el recuento de calorías, en ejercicio o incluso lo que es la insistencia alguna dieta estricta y limitada.
Normalmente, los Trastornos de la Alimentación, aparecen en la etapa de la adolescencia y esto, se debe a que la vida social en esta etapa es mucho más complicada. Una serie de estudios que fueron realizados de forma cualitativa a mujeres que sufrían de Autismo y Anorexia, demostró que muchas de ellas utilizan esta enfermedad con el objetivo de poder encajar en un grupo de igual ya que, normalmente, se sentían excluidas. Es importante resaltar, que este tipo de explicaciones normalmente, se da en personas que tienen un Autismo no diagnosticado y por eso que en su interior experimentan bastante dolor y no tienen un apoyo adecuado, recordemos que la restricción de calorías es una forma en la que se puede manejar la ansiedad y la infelicidad de forma aguda.
Por consiguiente, existen ciertas dudas sobre esto y es que muchas personas no lo catalogan como Anorexia, sino como una condición llamada Trastorno por evitación de la ingesta de alimentos o conocido también como ARFID, debido a sus siglas en inglés. Esta enfermedad, fue añadida al manual de diagnóstico y estadístico de los Trastornos Mentales durante el año 2003.
Igualmente, se podría decir, que este podría ser un diagnóstico más apropiado para algunas personas que sufren de Autismo, los cuales tienen un peso bastante bajo y problemas a la hora de comer. Sin embargo, las personas con ARFID llamados como maníacos extremos con la comida, también pueden evitar la comida a toda costa, incluye la intención y no la imagen corporal que se observa de igual forma en las personas con Anorexia.
En este sentido, cuando hablamos de la dificultad para lograr identificar ciertas emociones, lo cual tiene el nombre de Alexitimia, también para comprender sensaciones físicas tales como el hambre, esto de cierta manera, puede contribuir a la relación existente entre el Autismo y los Trastornos de la Alimentación, lo que conocemos como Alexitimia, es muy común tanto dentro del Autismo, como dentro de la Anorexia.
Debido a esa razón, los investigadores saben bastante poco acerca de la medida en otros Trastornos de la Alimentación tales como, la bulimia, el trastorno por atracción, ya que estos aparecen en las personas Autistas. Es por ello, que algunas personas sospechan que también puede existir una relación, de esta manera, es importante resaltar que muchos investigadores debido a ciertos estudios realizados hasta la actualidad, se han centrado solamente en la población femenina, ya que, a diferencia del Autismo en el caso de los Trastornos Alimenticios, estos están infradiagnosticados en los niños y los hombres.
Ahora bien, en el caso de las personas Autistas que también tienen diagnosticado un Trastorno de la Alimentación, se podría decir, que su evolución es bastante complicada en comparación de las personas neurotípicas que sufren de Anorexia.
Normalmente, las terapias para las personas que tienen algún Trastorno Alimenticio, implica una serie de consultas médicas, al igual que una estancia en el hospital, en el caso de las personas que se encuentran en tratamiento como, por ejemplo, en centros de día, estos tienen que comer en grupos, pueden ser ruidosos, abrumadores, lo cual esto puede dificultar aún más las conductas alimenticias de una persona con Autismo.
Además de lo anteriormente mencionado, es importante resaltar que las personas con Autismo tienen mucha dificultad para acudir a una consulta médica, y esto se debe a la sensibilidad sensorial que estos, pueden llegar a tener, también la aversión a las luces fluorescentes, los olores particulares, entre muchos otros síntomas que engloban el Trastorno de Espectro Autista, les dificulta desenvolverse mejor para la recuperación de esta enfermedad. Es por esa razón, que una de las dificultades más grandes, es la terapia de grupo, la cual es muy común en las personas que sufren de algún Trastorno Alimenticio.
Sin embargo, tomando en cuenta la opinión de algunos expertos, es de suma importancia que los médicos puedan tratar de forma eficaz los Trastornos Alimenticios, que sean conscientes de lo que es la superposición, ya que muchas personas con Autismo, pueden también presentar un Trastorno de la Alimentación.
En este sentido, un ejemplo muy claro de esto, es cómo es que las mujeres que sufren de Trastorno de Alimentación y Autismo, busquen ciertos servicios que se relacionen con los Trastornos Alimenticios, u otro problema de salud mental, antes de que se le llegue a un diagnóstico de que estás poseen Autismo. Se podría decir que una edad aproximada del diagnóstico correcto de la Anorexia está entre los 17 años, mientras que el diagnóstico del Autismo entre una edad media de 29 años.
Por consiguiente, según un estudio realizado, durante los últimos años de la mano de Charli Babb, quién es una estudiante de postgrado dentro de la Universidad de Cardiff en Gales, acerca de entrevistas a mujeres auditiva clínicos, para así ayudarnos a entender la experiencia de la mujer Autista, en los servicios de los Trastornos Alimentarios, ella junto a sus colegas, encontraron distintas barreras a las que se enfrentan constantemente las mujeres con Autismo, cuando pasan al proceso del tratamiento para la Anorexia nerviosa.
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Debido a ello, es que ellas se acentuaron en la falta de comprensión del otro trastorno presente, dentro de los servicios de Trastorno Alimenticio. Lamentándolo mucho, estamos actualmente en un mundo hiper especializado, en el que cuando estamos en manos de un profesional experto en su campo, pero no conoce para nada de ningún otro, aunque estos puedan estar relacionados, por esta razón, muchas mujeres con estas dos patologías sienten que el tratamiento en el caso del Trastorno Alimenticio no es favorecedor para ella, ya que los médicos encargados solo se enfocan en los Trastornos Alimenticios y olvidan por completo la existencia del Autismo.
Uno de los problemas entre la población con autismo son los trastornos alimenticios que normalmente están muy relacionados con el procesamiento sensorial. Esto quiere decir que muchas personas con autismo, rechazan o se resisten a tomar alimentos con determinado color, textura, sabor, temperatura e incluso rechazan que se mezclen los alimentos en el mismo plato.
Uno de los problemas más comunes en niños pequeños es el paso de líquidos a sólidos, en muchos niños podemos ver una resistencia en el paso de los potitos a las comidas preparadas o, incluso, hay niños que solo se alimentan de un tipo exclusivo de potitos y rechazar cualquier otro.
Estos trastornos alimenticios pueden poner en riesgo la salud física de las personas con autismo y es necesario llevar a cabo programas de intervención para disminuir este tipo de dificultades aunque, también es cierto, que dichos problemas suelen disminuir conforme el niño va creciendo.
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